¿Para quien nos vestimos?
Cuando elegimos la ropa del armario, sabemos con claridad y de antemano, ante quien queremos triunfar. En cada gesto a la hora de escoger, se encuentra casi siempre escondido el deseo de agradar al grupo, a la persona, al círculo en que te mueves, a tus subordinados, a tus jefes, a tus amigos, a tu pareja.. y evidentemente para gustarte a ti mismo. Tu quieres gustar y la ropa es "uno" de los mecanismos para lograrlo.
El traje es el lenguaje de la seducción. Es más fuerte que las palabras y nos coloca rapidamente en un estrato cultural y social determinado. En el ambito de la comunicación no verbal, el vestido actúa como un rayo, en su velocidad y efectos.
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